Todo comienza con una palabra. Cualquiera. En realidad, cualquiera que me comunique un sentido. Mejor: más que un sentido, talvez una idea musical cuyos compases son dictados a tientas por mi respiración –o por los latidos de un corazón ansioso como el mío. En este punto también podría decir que soy poundiano, que procuro tratar “la cosa” sin rodeos, que escatimo en detalles y adjetivos, y que la música debe llevarme de aquí y de allá, sin más orden que el que la cadencia quiera. Fiel, por otro lado, a la frase del legendario Pope, que siempre quiso que el sonido fuera una especie de “eco” del significado, me apresto a recorrer las cimas y los valles del poema, sabiendo que el abismo acecha. Sí, el terco abismo, enfundado en las ropas de lo falso. Quiero decir, arropado en aquello que está lejos de lo que en realidad me constituye. A propósito de esta idea, hace ya algunos años escribí estos breves versos:
TRAICIÓN
Releo el verso hecho
y al tiempo me digo:
¡No puedo ser eso!
La poesía estará en el poema que hable de mí o no estará en ningún lado. Quizá pueda ensayar esta simple afirmación como la esencia misma de mi poética. Ninguna otra cosa me parece, por cierto, tan verdadera.
TRAICIÓN
Releo el verso hecho
y al tiempo me digo:
¡No puedo ser eso!
La poesía estará en el poema que hable de mí o no estará en ningún lado. Quizá pueda ensayar esta simple afirmación como la esencia misma de mi poética. Ninguna otra cosa me parece, por cierto, tan verdadera.
Me encanta tener la oportunidad de leerte de nuevo. Gracias por este espacio que nos regalas.
ResponderEliminarFelicidades, Francisco, por este hermoso proyecto de escritura que nos permitirá seguirte de cerca a quienes estamos interesados en tu trabajo crítico y creativo con la literatura. Un abrazo y enhorabuena.
ResponderEliminarFormidable ahora podré aprender más de ti
ResponderEliminarsaludos... Gracias por compartir
ResponderEliminarEnhorabuena, Francisco. Espero que este espacio se llene de música literaria y colores poéticos, con las nostalgias desgarradas del trágico transcurrir del tiempo presente y los guiños desdeñosos de la contracultura vestida con los harapos clásicos de las musas antiguas, que aún respiran en tus versos.
ResponderEliminarMe da mucho gusto seguir tu obra e ideas por esta via. Felicidades!
ResponderEliminarMi más sincero abrazo deseándote todo el éxito que sea posible con un blog. Abres un nuevo camino que se bifurca infinitamente. No lo sueltes.
ResponderEliminarHola Paco, celebro hallar tus palabras en estos caminos siderales, espero que su eco resuene por todos lados. Por aqui nos encontraremos pues tu ejemplo estimula a encontrar cause a esa inquietud añeja que nos corroe por igual. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas felicidades mi estimado amigo Payró, me gusta el lenguaje que utilizas en tus artículos, a partir de hoy me contarás entre tus asiduos lectores.
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